Barandillas cristal promoviendo un ambiente seguro y estéticamente agradable

barandillas cristalEn estos tiempos de tanta inseguridad, muchas veces sentimos temor de desplazarnos por áreas limitadas o encerradas, porque alguien podría surgir sorpresivamente para hacernos daño. Tener una visión continua, sin interrupciones y molestas sensaciones de encierro son algunos de los resultados de instalar unas barandillas cristal en balcones, escaleras y terrazas.

Las barandas a lo largo del tiempo han sido hechas dándole prioridad a la seguridad y luego a la estética, que no por esta razón se puede considerar menos importante. La función principal de las mismas es evitar las peligrosas e incapacitantes caídas por el desnivel.

Luego de obtenidos los niveles mínimos de riesgo, se piensa en la posibilidad de que también, resulten estéticas. Esto con objeto de no romper la armonía de la construcción, sino que más bien se integren con la misma.

Hemos conocido las barandillas en distintos materiales, que van desde lo más sólido como el cemento, hasta las de perfiles de hierro o aluminio, que colocadas de manera artística, adornan el lugar. Tradicionalmente la madera ha sido uno de los elementos de mayor uso para su fabricación.

Con el desarrollo de nuevas tecnologías, hemos pasado de las ya mencionadas a aquellas que utilizan componentes transparentes como materia prima. Ejemplos de ello serían el vidrio y el policarbonato que permiten una visibilidad ilimitada del escenario. Este último con las ventajas añadidas de ser seguro, liviano y fácil de manipular.

Usándolos no es necesario buscar la forma de armonizar con el medio porque en la mayoría de los casos esta concordia está intacta. La continuidad en el diseño no se afecta significativamente, así como tampoco la visión del entorno.

Una barandilla de cristal es sumamente elegante, vanguardista, atractiva y el esfuerzo de mantenimiento que requiere es mínimo. Esto debido a que los componentes son altamente resistentes a la corrosión. De este modo, puede ser colocada en una atmósfera marina, con todo el encanto que esto implica. Y si la localización del inmueble lo permitiera, podríamos ver cómodamente sentados la costa, el mar y la gente paseando por la orilla.

En edificios y centros comerciales proveen además ambientes de máxima seguridad y confianza donde los amigos de lo ajeno tendrán un impedimento adicional para realizar sus fechorías.

 

Deja una respuesta