Polímeros: envases de plástico y más
Todos conocemos y usamos en nuestra vida diaria cosas hechas de polímeros. Desde envases de plástico, hasta las carcasas de los teléfonos, casi todo se encuentra compuesto por este material. ¿Pero por qué se usa tanto, y que lo ha vuelto tan famoso?
Como sustancias químicas, poseen ciertas características que los hacen adaptable para la mayoría de los productos ahora fabricado. Entre estas, se podría destacar:
- Se pueden trabajar y moldear fácilmente.
- Tienen bajo coste de producción.
- Son impermeables.
- Presentan buena aislación eléctrica, acústica y térmica.
Según su estructura, cada polímero puede clasificarse y presentar diferentes ventajas. Sin embargo, en términos generales, se puede modificar de manera sencilla, y su gran resistencia a la degradación ambiental y biológica les hace ideales para muchas funciones.
Envases de plástico de manera natural
Hay plásticos presentes de manera natural, tales como el caucho, la celulosa y la caseína. De esta primera hay derivados como el caucho, elemento vital en la fabricación de ruedas de automóviles. Y sintéticamente, se puede producir múltiples variaciones con los derivados del petróleo. Según la refinación de este y los procesos a los cuales se someta, se crean gran variedad de plásticos, como PEP, acetato de vinilo, polietileno, entre otros.
Por cosas como estas, se pueden ver botellas y cargadores, muy diferentes entre sí, pero fabricados con el mismo grupo de materiales, y con diferentes características según sus funciones. Sin embargo, un problema que los polímeros presentan es que no pueden ser asimilados de vuelta en la naturaleza, y algunos ni siquiera son reciclables. La poca consciencia inicial, e inclusive actual, con respecto a ello, ha causado problemas en la naturaleza por los desechos humanos.
Ya que es un material tan versátil que podemos utilizar para casi cualquier aspecto de nuestra vida diaria, realizar la correcta deposición y reciclaje permite seguirlo aprovechando, sin por ello dañar nuestro medioambiente.
La solución a ello, obviamente, se encuentra en realizar el reciclaje de todos los materiales posibles. No solo se evita así que los desperdicios acaben en la costa, bosques o montañas, sino que también se puedan ahorrar en gastos de producción de materia prima y de energía.
Así que la próxima vez que caminen por su casa, fíjense en cuantos elementos plásticos hay y en todos los usos que ofrecen. Probablemente, se sienta sorprendido al darse cuenta de en cuantos objetos está integrado.