¿Qué insecticidas se utilizan para el control de plagas? Una breve guía
Uno de los mayores problemas que alguien puede enfrentar es la presencia de pequeños intrusos. Aunque hasta cierto punto es imposible y hasta dañino evitar la presencia de estos animales, es posible llegar a perder toda una cosecha si no se reacciona a tiempo. Por lo tanto, es necesario mantener un nivel mínimo de control a través del uso de insecticidas para evitar pérdidas financieras.
Esta problemática suele darse comúnmente en campos, y la mayor parte de insecticidas están orientados a este fin, pero es posible tener problemas en restaurantes y hoteles por cucarachas, o en edificaciones y estructuras de maderas por la presencia de termitas.
Hay métodos preventivos para evitar la proliferación de los insectos, aunque esto pudiera no llegar a ser suficiente si se llegasen a dar condiciones externas idóneas para su multiplicación, así que el momento preciso de actuar dependerá solamente del umbral económico. Si las pérdidas generadas por las plagas son mayores al coste de las medidas de control, hay que conseguir a la empresa adecuada para dicho trabajo.
¿Cuál es la mejor metodología?
En el caso de la agricultura, las estrategias dependerán de la zona en la que el insecto ataque (la parte externa como frutos y hojas, o la interna), además de su especie en específico y de las condiciones específicas de la cosecha.
Conocer el ciclo vital del insecto será vital a la hora de reaccionar. Una mosca que ya se haya reproducido, por ejemplo, causará problemas a largo plazo sin importar que muera inmediatamente, por lo que se debe impedir su propagación. Algunos insecticidas, por ejemplo, impiden su alimentación o reproducción, diezmando la población con mayor eficacia.
¿Cuáles son los tipos de insecticidas?
Aparte de estos productos, también hay estrategias mecánicas (como el uso de barreras) y biológicas (empleo de otros organismos beneficiosos para las plantas que los eliminen) para combatirlos. No obstante, cuando se llega a un momento crítico, se requiere escoger el producto según su clasificación por mecanismo de acción fisiológico, las etapas de desarrollo en que actúa o su origen.
- Método de absorción.
- Contacto: cuando es tocado por el insecto, penetra a través de la cutícula.
- Ingestión: ocurre mediante el consumo de sólidos o líquidos con el producto (que usualmente suele ser la misma planta).
- Respiración: puede ser por las tráqueas o la cutícula.
- Etapa de desarrollo.
- Ovicida: actúa sobre los huevos.
- Larvicidas: ataca en las primeras etapas de vida.
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- Químico: este es el método más común, si bien puede ser dañino para la salud de las personas, las plantas y el resto de la fauna según sus componentes y rango de acción.
- Biológico: mediante el empleo de sustancias orgánicas como aquellas presentes en algunas plantas, es posible repeler las plagas sin que desarrollen resistencia.
Lo ideal es que la eliminación de los insectos no cause efectos secundarios en las cosechas, productos o trabajadores. Por ello, es preferible consultar a profesionales que puedan asesorarle en la estrategia a seguir y los productos que convenga usar.